Uso compartido seguro de contraseñas en el trabajo

Compartir contraseñas con colegas por correo electrónico o mensajes instantáneos puede ser bastante tentador, pero no seguro. Las contraseñas y otros datos enviados de esta manera pueden interceptarse y filtrarse.

Mantener contraseñas compartidas, digamos, en Google Docs tampoco es una buena idea. Un pirata informático que descubre un documento lleno de una docena de credenciales compartidas en la cuenta de Google de un empleado puede llevar a cabo una violación de datos absoluta. Y esto último, si se viola la privacidad de tus clientes, puedes incluso exponer a tu organización a problemas legales.

Suena intimidante, ¿verdad? Para evitar esto, tu organización debe contar con políticas de uso compartido y seguridad de contraseñas adecuadas. Continúa leyendo para obtener más información sobre la política de uso compartido de contraseñas.

Casi el 69% de los empleados comparten contraseñas en el trabajo. Sin embargo, y para reducir los riesgos a la hora de compartir contraseñas y mejorar la seguridad de la información, los propietarios de las empresas deben implementar una política de uso compartido de contraseñas y considerar soluciones seguras para minimizar los riesgos.

La primera solución posible es un inicio de sesión único. Este es un método de verificación que permite a los empleados autenticarse de forma segura con múltiples servicios y herramientas mediante un conjunto de credenciales.

El siguiente punto esencial de la política de uso compartido de contraseñas es la seguridad. Es importante usar contraseñas más largas. El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología declara que la longitud de la contraseña tiene más impacto en la seguridad de su contraseña que el uso de mayúsculas, minúsculas, etc.

Y el último aspecto significativo de la política de seguridad es el uso de administradores de contraseñas (como Passwarden) para el lugar de trabajo, pues, te permiten evitar el uso de la misma contraseña para diferentes servicios y crear nuevas contraseñas seguras, manteniéndolas en tus cajas fuertes.

La protección del uso compartido de contraseñas es una tarea importante para las empresas, ya que una contraseña que cae en las manos equivocadas puede provocar grandes pérdidas. Los ataques de ransomware, las violaciones de datos o el acceso no autorizado de terceros pueden convertirse en un desastre.

Si no se puede evitar compartir contraseñas, la forma más segura y eficiente de que los empleados compartan contraseñas es usar un servicio seguro de administración de contraseñas como Passwarden. Esta es una de las mejores prácticas de la política de ciberseguridad. El uso de un administrador de contraseñas confiable como Passwarden by KeepSolid minimizará los riesgos de seguridad y ayudará a evitar compartir contraseñas mediante correos electrónicos, aplicaciones de mensajería o notas en papel.

Con Passwarden, cada usuario obtiene almacenamiento cifrado tanto para sus contraseñas como para las que comparte con otros trabajadores. Cada empleado tiene su contraseña maestra, que es la única forma de acceder a toda la información confidencial. Esta es una solución perfecta para la política de uso compartido de contraseñas.

El administrador puede crear cajas fuertes compartidas y dar acceso a carpetas relevantes para los empleados de la empresa. Adicionalmente, puede configurar el nivel de permiso para todos los trabajadores y permitirles compartir contraseñas desde cualquier dispositivo en cualquier plataforma. Si alguien deja la empresa, es mucho más fácil deshabilitar la cuenta y restablecer las contraseñas compartidas en cuestión de minutos.